La clase de este hombre es
sencillamente descomunal. Le apetece hacer un sentido homenaje al Hombre de Negro,
Mr Johnny Cash y su etapa grabando para
Sun Records y lo hace a su manera personal e incomparable. En vez de tirar de versiones como
Chris Isaak, se marca un disco de composiciones originales,
atemporales, de un nivel a la altura de la leyenda. Esa voz profunda, inquietante y arrulladora, a medio camino entre
Elvis y
Cash, acompañado de los
Texas Two,
batería y contrabajo, crea un universo, más bien un agujero intertemporal, que te traslada al final de los años 50, cuando todo esto del
Rock'n'
Roll comenzaba a despertar. Estoy casi seguro que este tipo ocupará poco a poco, disco a disco, el gran hueco que la desaparicion de
Johnny ha dejado en nuestras almas.
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