Jeremiah Freed - Slowburn (2003)

Pasaron con más pena que gloria dejando solamente dos discos y un EP altamente recomendables para los amantes del Rock Sureño. Su sonido bebía directamente de los Black Crowes, eso estaba claro y no admitía discusión, pero en este segundo disco llamado "Slowburn", para nada importaban sus claras influencias, las canciones contenidas tenían la suficiente personalidad y calidad para haber aspirado a algo más que formar parte de ese espacio oscuro y restringido llamado discos de culto. Si no los conocíais, espero que los disfrutéis. Yo por lo menos me enciendo con temas tan redondos y rítmicos como "Off The Bottle",

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Ryan Bales Band - Survival (2010)

Siguiendo el rastro dejado por Simple Man y su gran blog, llega a mis oídos esta banda llamada Ryan Bales Band. Para todos los amantes del mejor Southern Rock adrenalitico y directo, guitarras crujientes y melodías in your face, eso es lo que te da Ryan en sus dos discos hasta ahora. Su segundo trabajo se llama "Survival" y ya tienen un par de añitos, con lo que nos anima a pensar que tendremos nuevas canciones en un futuro no muy lejano. ¡Que buen nivel de grupos sureños jóvenes tenemos en la actualidad!

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Leroy Powell & The Stone Jack Ballers - La Muerte del Amor EP (2012)

El mundo es injusto. Si no fuera cruel y estúpido un músico como Leroy Powell estaría en la cima de la cadena alimenticia musical y no luchando a brazo partido por ser devorado por miserables animales sin talento ni vocación. Un real cowboy man, un músico y compositor de la antigua escuela a la par que un culo de mal asiento. Aquí nos presenta su nuevo proyecto de titulo en castellano y nueva banda de acompañamiento llamada The Stone Jack Ballers. "La muerte Del Amor", que así se llama este EP, le devuelve al universo Country Rock de sus primeros discos, después de la anterior descarga de Southern Rock adrenalitico de sus últimos trabajos. Grande, muy grande, a ver si alguien logra traerlo de gira, seguro que el estaría encantado.

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Highway - Nine Fine Wines (2005)

Rescatando discos del baúl de los recuerdos, recolocando cosas, ordenando y desempolvando, me he encontrado con este disco de esta banda de forajidos sureños, aunque la banda viva y respire el aire de la ciudad de Chicago. Por su música surcan a toda vela los Rolling Stones con facilidad, algún lejano pedazo de Allman Bros y por supuesto una banda con la que han compartido escenario en el pasado, los gloriosos Lynyrd Skynyrd. Llevamos varios años sin noticias, hasta ahora su último disco es un tributo de gran gusto a Kenny Chesney editado en 2006, seis años sin noticias ni la más mínima novedad. Este "Nine Fine Wines" es sin duda mi favorito, su disco más completo y personal. Nueve canciones llenas de todo los amantes del sonido del sur de USA deseamos escuchar, buenos duelos de guitarras, coros femeninos negroides, teclados añejos, grandes melodías con ritmo y desenfreno. Un disco ideal para levantarte el animo en un día gris. Esperemos que el futuro nos traiga nuevas noticias de esta estupenda banda llamada The Highway Band.

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Nate Wilson Group - Unbound (2008)

¿No habéis tenido bastante con el disco de debut de Ghost Of Jupiter? ¿Necesitáis más buen Rock setentero con ese plus de más que sólo unos pocos saben hacer? Pues aquí tenéis como se diría cinematograficamente hablando, la precuela. El anterior grupo del alma matter, vocalista y voz de Ghost Of Jupiter llamado Nate Wilson Group (también está presente el otro elemento característico de GOJ, la psicodelica guitarra y los solos de Adam Terrell). El sonido está francamente cercano, las dos bandas se mueven por universos muy parecidos. A disfrutar amigos.

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The Outlaws - It's About Pride (2012)

Menuda sorpresa más agradable ha significado este disco para un servidor. Como buen seguidor de esas obras maestras, sobre todo los dos primeros discos, nunca lo suficientemente apreciadas, que parieron los Outlaws en los 70’s, me acerqué al disco simplemente por pura inercia, sin esperar nada del mismo, quizás alguna buena canción, pero amigo, los ojos se me quedaron como platos, la boca abierta y desencajada cuando iban cayendo los temas uno tras otros. De la formación original solamente quedan su cantante Henry Paul y el batería Monte Yoho, pero han sabido rodearse de una banda mucho más joven, que les ha insuflado nuevas y renovadas fuerzas. Lo primero que he de reseñar del disco es su perfecto sonido y producción, las guitarras están a un nivel espectacular, hacia tiempo que no disfrutaba tanto de los duelos típicos del Southern Rock como en este disco, el trabajo de Billy Crain y Chris Anderson, que así se llaman los dos pistoleros encargados de las guitarras, es simplemente impecable, te encuentras haciendo air guitar a las primeras de cambio sin remisión. En segundo lugar, podemos decir sin ponernos colorados, que el nivel compositivo está a la altura de sus discos clásicos, “It’s About Pride” puede mirar a los ojos desde la misma altura a su disco de debut y a “Lady Waiting”. Sé que suena exagerado, pero es lo que siento y cuanto más escucho el disco, cosa que no he podido dejar de hacer de manera compulsiva el ultimo mes, más me reafirmo. Cada una de las virtudes que les han convertido en una banda legendaria está presente en el disco, los grandes juegos vocales con aroma Country que ya aparecen en el tema que abre el disco “Tomorrow's Another Night”, temática puramente redneck y que huelen a club country de carretera como “Hidin' Out In Tennessee” o el perfecto heredero de “Green Grass & High Tides” que es el tema que da título, más de siete minutos de declaración de amor y orgullo por la tierra que les vio nacer, acompañado del mejor duelo de guitarras de los últimos diez años. Y esto es sólo el principio, las tres primeras canciones que ya han destrozado todas tus defensas y conquistado el castillo de tu alma sureña. Estamos ante un renacimiento, una vuelta al camino de la grandeza, como si se tratara del debut de una nueva banda que nos ha enamorado al primer encuentro, un rejuvenecimiento que ni en nuestro mejores sueños seriamos capaces de imaginar. Terminan con un tema como “So Long” por el cual muchas bandas matarían, ecos de los Eagles, perfecto estribillo con la todavía buena voz de Henry Paul, guitarras electrizantes, un tema que en otra época sería un éxito de masas. Solamente queda rezar para poder verlos en directo en tan buena forma. Uno de los discos del año.

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